El agua no ha dado tregua en este lluvioso día de fiesta para los cineastas de nuestro país. La Academia de las artes y las ciencias cinematográficas ha celebrado, como cada año, la entrega de los premios de cine más importantes a nivel nacional. Trajes caros, lujosos coches y tacones de infarto han desfilado por las puertas del hotel Auditorium de Madrid en las horas previas al comienzo de la ceremonia, que celebraba hoy su vigésimo octava edición.
Sin embargo, el exterior del edificio no ha albergado todo el glamour que se esperaba, y los vítores que la organización pedía se han convertido pronto en gritos y voces de rechazo. Centenares de personas se han reunido ante la alfombra roja para hacer visible su indignación por diferentes causas. Pancartas y pegatinas con frases de protesta, megáfonos y silbatos han sido los otros protagonistas de la velada, tomada por grupos que aprovechan un evento de tales dimensiones para obtener un reconocimiento mediático que, de otro modo, no les es fácil conseguir.
Un equipo de figurantes de cine ha reclamado un convenio laboral para su colectivo. Armados con globos de color negro y al grito de “no hay producción sin figuración” han exigido mejoras en sus condiciones laborales. Asimismo, varios activistas de la plataforma “Stop Desahucios” han hecho lo propio, portando pancartas que condenaban el interés de los gobiernos en hacer del derecho a la vivienda un negocio. Con consignas como “no son suicidios, son asesinatos” han querido mostrar su indignación con la alarmante situación que se vive en nuestro país.
Pero, sin duda, la protesta más sonada y numerosa ha sido la de los trabajadores de la fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada (Madrid), una de las cuatro que la multinacional pretende cerrar en España, junto a la de Colloto (Asturias), Palma de Mallorca y Alicante. Decenas de personas ataviadas con gorras y chalecos de color rojo han colapsado la entrada al lugar del evento. Trabajadores y familiares que conforman la marea roja se han agolpado detrás de las vallas colocadas por la organización para lanzar críticas contra una reforma laboral que permite efectuar a la empresa un ERE en el que se verán afectados 1250 trabajadores y que, aseguran, supondrá 900 millones de euros en beneficios a la compañía.
Algunos actores y directores han mostrado su apoyo a los manifestantes durante el corto paseo desde su coche hasta el interior del hotel. Javier y Pilar Bardem, Tito Valverde, Inma Cuesta, Fernando Trueba, Daniel Sánchez Arévalo, Juan Diego Botto, Antonio De la Torre y Secun de la Rosa son algunas de las caras conocidas que se han solidarizado con las causas de las protestas y se han acercado a saludar, fotografiarse con los participantes en las quejas e, incluso, recoger pegatinas que algunos han mostrado después en el photocall. Al tiempo, un gran número de policías y miembros de cuerpos de seguridad trabajaban para que no se produjese ningún incidente y nadie se acercase más de la cuenta a los engalanados protagonistas del evento.
Secun de la Rosa se fotografía con los participantes en las protestas
Daniél Sánchez Arévalo se acerca a mostrar su apoyo a los manifestantes